Yo espero que para conseguirlo me alcanzaréis los dones del espíritu Santo, pues sóis misericordiosa, mi madre, mi esperanza, mi defensora, mi abogada, vida de mi alma y mi reconciliadora con Dios.
Madre mía procurad el bien y conversión de los pecadores, pues sois Madre de Gracia, porque para bien de los pecadores habéis recibido cuanto tenéis de dones, gracias y prerrogativas.
Madre siempre amable, yo os amo y prometo serviros sólo a vos. Os pido me alcancéis el perdón de mis pecados, el verdadero amor a mi Señor Jesucristo, y no me dejéis hasta que me vea a salvo en el cielo para bendeciros por toda la eternidad. Amén.
Camareras de la Virgen vistiendo al Niño Jesús
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