ORACIÓN
Virgen de gracia, al contemplar tu amable rostro , me siento interiormente conmovido y lleno de confianza, eso me anima a ponerme bajo vuestro amparo.
Hoy vengo a pedirte que nos alcances el don de la Gracia, que a veces perdemos por nuestros pecados y del que siempre necesitamos para no caer en la tentación.
Madre, tu corazón está lleno de ternura y cariño para con tus hijos, por eso vengo a tu casa; postrado a tus plantas te pido la gracia de ser fiel al amor de tu Hijo. Él quiso que fueras nuestra Madre.
Por tu intercesión espero alcanzar los auxilios eficaces para convertirme al amor a dios y a los hermanos, y así llegar un día a alabarte eternamente en la gloria juntamente con el Padre, con el Hijo, y con el espíritu santo. Amén.
REFLEXIÓN
Nosotros somos muy afortunados pues sin merecerlo tenemos por Madre a la Virgen María, Madre de la Divina Gracia. Ella es la más noble de todas las criaturas, la más poderosa después de dios, y tan amorosa, que todo el amor de cuantas madres ha habido y habrá en el mundo es nada comparado con el que nos tiene esta divina Señora.
Yo soy, nos dice por el Eclesiástico, la Madre del amor hermoso. Y con razón, porque su amor hace hermosas nuestras almas a los ojos de dios, y le obliga a que nos reciba como cariñosa Madre. Dice San Buenaventura, "que no hay madre que ame tanto a sus hijos y les procure su bien como esta dulce Madre nos ama a nosotros y procura nuestra felicidad".
¡Bienaventurados los que viven bajo su protección!
Acudamos, pues, a ella; llamesmósla en nuestras aflicciones, y nos llene de consuelo el saber, que, la que es Madre de la Divina Gracia, lo es también nuestra.
Pídase la gracia que se desee alcanzar.
Rezo o canto del "Ave María".
ORACIÓN FINAL
Virgen de Gracia, reconozco que no siempre he correspondido a vuestro amor. Indigno soy de llamarme hijo vuestro, pero sois mi Madre, esto me alienta y consuela, esto me anima a poner en Vos toda mi confianza.
Aunque mis pecados me inquieten, me siento animado al pensar que en Vos tengo una Madre, tan benigna, tan compasiva y tan poderosa ante Jesús, tu Hijo.
Espero me alcanzareis de Él el don de la Gracia y por vuestra intercesión confío que de hoy en adelante corresponderé a esta misma gracia, para poder después contemplarte eternamente en la Gloria. Amen.
Día Segundo: Reina y Madre de Misericordia.
ORACIÓN
Virgen de gracia, al contemplar tu amable rostro , me siento interiormente conmovido y lleno de confianza, eso me anima a ponerme bajo vuestro amparo.
Hoy vengo a pedirte que nos alcances el don de la Gracia, que a veces perdemos por nuestros pecados y del que siempre necesitamos para no caer en la tentación.
Madre, tu corazón está lleno de ternura y cariño para con tus hijos, por eso vengo a tu casa; postrado a tus plantas te pido la gracia de ser fiel al amor de tu Hijo. Él quiso que fueras nuestra Madre.
Por tu intercesión espero alcanzar los auxilios eficaces para convertirme al amor a dios y a los hermanos, y así llegar un día a alabarte eternamente en la gloria juntamente con el Padre, con el Hijo, y con el espíritu santo. Amén.
REFLEXIÓN
Este título es de gran consuelo para nosotros, y de mayor gloria para la Santísima Virgen; por eso la Iglesia quiere que saludemos a María, llamándola Reina y Madre de Misericordia. Y en verdad ¿cuánta confianza debe darnos este título de REINA y MADRE DE MISERICORDIA, con que honramos a María Santísima, sabiendo cuan poderosa es para con Dios, cuan rica y llena de misericordia?
Así lo reveló la misma virgen a Santa Brígida: "Yo Soy, la Reina del cielo y la Madre de la Misericordia; yo soy la alegría de los justos, y la puerta para introducir los pecadores a Dios. No hay en la tierra quien esté privado de mi misericordia; porque todos reciben la gracia de no ser tentados como los serían sin mi intercesión."
Acudamos, pues, a esta Madre, sin que nos detengan nuestros pecados; pues por eso ha sido hecha Madre de la Misericordia, para salvar con su intercesión a los pecadores que a ella se encomiendan.
Pídase la gracia que se desee alcanzar.
Rezo o canto del "Ave María".
ORACIÓN FINAL
Virgen de Gracia, reconozco que no siempre he correspondido a vuestro amor. Indigno soy de llamarme hijo vuestro, pero sois mi Madre, esto me alienta y consuela, esto me anima a poner en Vos toda mi confianza.
Aunque mis pecados me inquieten, me siento animado al pensar que en Vos tengo una Madre, tan benigna, tan compasiva y tan poderosa ante Jesús, tu Hijo.
Espero me alcanzareis de Él el don de la Gracia y por vuestra intercesión confío que de hoy en adelante corresponderé a esta misma gracia, para poder después contemplarte eternamente en la Gloria. Amen.
Día Tercero: Madre de los pecadores
ORACIÓN
Virgen de gracia, al contemplar tu amable rostro , me siento interiormente conmovido y lleno de confianza, eso me anima a ponerme bajo vuestro amparo.
Hoy vengo a pedirte que nos alcances el don de la Gracia, que a veces perdemos por nuestros pecados y del que siempre necesitamos para no caer en la tentación.
Madre, tu corazón está lleno de ternura y cariño para con tus hijos, por eso vengo a tu casa; postrado a tus plantas te pido la gracia de ser fiel al amor de tu Hijo. Él quiso que fueras nuestra Madre.
Por tu intercesión espero alcanzar los auxilios eficaces para convertirme al amor a dios y a los hermanos, y así llegar un día a alabarte eternamente en la gloria juntamente con el Padre, con el Hijo, y con el espíritu santo. Amén.
REFLEXIÓN
No sólo es María madre de los justos sino también de los pecadores que tienen ánimo y voluntad eficaz de enmendarse. así lo aseguró la misma Virgen a Santa Brígida. "El que de veras quiere enmendarse, y ayude a los pies de esta piadosa Madre, la halla pronta para abrazarle y socorrerle que si fuera madre carnal"
¡Ojalá todos los pecadores recurriesen a esta dulce Madre, pues todos ciertamente alcanzarían el perdón de Dios! Exclama maravillado San Buenaventura: "Vos abrazáis con maternal afecto al pecador y no le dejáis hasta haberlo reconciliado con tu Hijo".
¿Y habrá pecador que no quiera acudir a tan buena Madre? No sea así; antes bien acudamos confiados.
Pídase la gracia que se desee alcanzar.
Rezo o canto del "Ave María".
ORACIÓN FINAL
Virgen de Gracia, reconozco que no siempre he correspondido a vuestro amor. Indigno soy de llamarme hijo vuestro, pero sois mi Madre, esto me alienta y consuela, esto me anima a poner en Vos toda mi confianza.
Aunque mis pecados me inquieten, me siento animado al pensar que en Vos tengo una Madre, tan benigna, tan compasiva y tan poderosa ante Jesús, tu Hijo.
Espero me alcanzareis de Él el don de la Gracia y por vuestra intercesión confío que de hoy en adelante corresponderé a esta misma gracia, para poder después contemplarte eternamente en la Gloria. Amen.
Día Cuarto: Refugio de pecadores
ORACIÓN
Virgen de gracia, al contemplar tu amable rostro , me siento interiormente conmovido y lleno de confianza, eso me anima a ponerme bajo vuestro amparo.
Hoy vengo a pedirte que nos alcances el don de la Gracia, que a veces perdemos por nuestros pecados y del que siempre necesitamos para no caer en la tentación.
Madre, tu corazón está lleno de ternura y cariño para con tus hijos, por eso vengo a tu casa; postrado a tus plantas te pido la gracia de ser fiel al amor de tu Hijo. Él quiso que fueras nuestra Madre.
Por tu intercesión espero alcanzar los auxilios eficaces para convertirme al amor a dios y a los hermanos, y así llegar un día a alabarte eternamente en la gloria juntamente con el Padre, con el Hijo, y con el espíritu santo.
REFLEXIÓN
Había en la ley antigua ciudades de refugio para los delincuentes, los cuales, cuando se acogían a una de ellas, quedaban libres de penas. Consolaos, pues, pecadores, que también vosotros tenéis ciudad de refugio, pero sin comparación mucho más segura, universal y eficaz que la que tenían los antiguos delincuentes.
En aquéllas, no todas servían para todos los delitos, pero en la de María todos los reos, y de cualquier delito que lo sean, pueden hallar refugio. Así lo dice San Juan Damasceno en nombre de la misma Virgen. San Efrén la saluda diciendo: "Dios te salve, refugio y asilo de los pecadores, donde sólo pueden hallar acogida".
No desesperéis, pues, los que lloráis los pecados, levantad los ojos a María, y llenos de confianza decidla, con Santo Tomás de Villanueva: María nosotros no sabemos otro refugio sino el vuestro, Vos sois la única esperanza de nuestra salud.
Pídase la gracia que se desee alcanzar.
Rezo o canto del "Ave María".
ORACIÓN FINAL
Virgen de Gracia, reconozco que no siempre he correspondido a vuestro amor. Indigno soy de llamarme hijo vuestro, pero sois mi Madre, esto me alienta y consuela, esto me anima a poner en Vos toda mi confianza.
Aunque mis pecados me inquieten, me siento animado al pensar que en Vos tengo una Madre, tan benigna, tan compasiva y tan poderosa ante Jesús, tu Hijo.
Espero me alcanzareis de Él el don de la Gracia y por vuestra intercesión confío que de hoy en adelante corresponderé a esta misma gracia, para poder después contemplarte eternamente en la Gloria. Amen.
Día Quinto: Auxilio de los cristianos
ORACIÓN
Virgen de gracia, al contemplar tu amable rostro , me siento interiormente conmovido y lleno de confianza, eso me anima a ponerme bajo vuestro amparo.
Hoy vengo a pedirte que nos alcances el don de la Gracia, que a veces perdemos por nuestros pecados y del que siempre necesitamos para no caer en la tentación.
Madre, tu corazón está lleno de ternura y cariño para con tus hijos, por eso vengo a tu casa; postrado a tus plantas te pido la gracia de ser fiel al amor de tu Hijo. Él quiso que fueras nuestra Madre.
Por tu intercesión espero alcanzar los auxilios eficaces para convertirme al amor a dios y a los hermanos, y así llegar un día a alabarte eternamente en la gloria juntamente con el Padre, con el Hijo, y con el espíritu santo.
REFLEXIÓN
Esta sola consideración debe llenarnos de consuelo y fortaleza; pues es cierto que el demonio nada podrá contra el que se vale de la protección de María Santísima. ¡Bienaventurado el que siempre en las batallas con el infierno invoca su dulce nombre!
Fue revelado a Santa Brígida, que dios ha hecho tan poderosa a María sobre todos los demonios, que cuantas veces asaltan a un devoto suyo, y la invoca, con su ayuda, al instante aterrados.
Y en otra ocasión le reveló también que aún de los pecadores más perdidos, más apartados de
Dios, huye el enemigo luego que les oye invocar su poderosísimo nombre con verdadera voluntad de enmendarse. Consuélate pues, pecador, teniendo tan especial y poderosa defensora; y si no quieres ser vencido, llama siempre en tu ayuda a María.
Pídase la gracia que se desee alcanzar.
Rezo o canto del "Ave María".
ORACIÓN FINAL
Virgen de Gracia, reconozco que no siempre he correspondido a vuestro amor. Indigno soy de llamarme hijo vuestro, pero sois mi Madre, esto me alienta y consuela, esto me anima a poner en Vos toda mi confianza.
Aunque mis pecados me inquieten, me siento animado al pensar que en Vos tengo una Madre, tan benigna, tan compasiva y tan poderosa ante Jesús, tu Hijo.
Espero me alcanzareis de Él el don de la Gracia y por vuestra intercesión confío que de hoy en adelante corresponderé a esta misma gracia, para poder después contemplarte eternamente en la Gloria. Amen.
Día Sexto: María Santísima, nuestra abogada.
ORACIÓN
Virgen de gracia, al contemplar tu amable rostro , me siento interiormente conmovido y lleno de confianza, eso me anima a ponerme bajo vuestro amparo.
Hoy vengo a pedirte que nos alcances el don de la Gracia, que a veces perdemos por nuestros pecados y del que siempre necesitamos para no caer en la tentación.
Madre, tu corazón está lleno de ternura y cariño para con tus hijos, por eso vengo a tu casa; postrado a tus plantas te pido la gracia de ser fiel al amor de tu Hijo. Él quiso que fueras nuestra Madre.
Por tu intercesión espero alcanzar los auxilios eficaces para convertirme al amor a dios y a los hermanos, y así llegar un día a alabarte eternamente en la gloria juntamente con el Padre, con el Hijo, y con el espíritu santo.
REFLEXIÓN
Procuran los reos en las causas más difíciles buscar para su defensa abogado inteligente. Ahora bien, nosotros pecadores, rebeldes a nuestro dios, tenemos el mejor abogado que defienda nuestra autoridad y recomendación con el Juez, como que es Madre suya.
No podremos dudar del buen éxito de nuestra causa, teniendo a tan poderosa Señora por nuestra abogada. no temas, alma mía, podemos decir con San Buenaventura, que la causa de tu salvación no se perderá estando la sentencia en manos de Jesús que es tu hermano, y de María, que es tu Madre.
¿Pero acaso rehusará el defensor nuestra causa?. No por cierto. antes por el contrario, no sólo la empeña, sino que se gloría de serlo. Yo, le dijo a una sierva suya, después del título de Madre de dios, me precio del de abogada de los pecadores.
Consolaos, pues, dice Santo Tomás de Villanueva, respirad y animáos, la Virgen Madre de Dios, es la abogada del género humano, porque puede cuanto quiere delante de Dios. No tardes, en acudir a ella.
Pídase la gracia que se desee alcanzar.
Rezo o canto del "Ave María".
ORACIÓN FINAL
Virgen de Gracia, reconozco que no siempre he correspondido a vuestro amor. Indigno soy de llamarme hijo vuestro, pero sois mi Madre, esto me alienta y consuela, esto me anima a poner en Vos toda mi confianza.
Aunque mis pecados me inquieten, me siento animado al pensar que en Vos tengo una Madre, tan benigna, tan compasiva y tan poderosa ante Jesús, tu Hijo.
Espero me alcanzareis de Él el don de la Gracia y por vuestra intercesión confío que de hoy en adelante corresponderé a esta misma gracia, para poder después contemplarte eternamente en la Gloria. Amen.
Día Séptimo: Reconciliadora de los pecadores.
ORACIÓN
Virgen de gracia, al contemplar tu amable rostro , me siento interiormente conmovido y lleno de confianza, eso me anima a ponerme bajo vuestro amparo.
Hoy vengo a pedirte que nos alcances el don de la Gracia, que a veces perdemos por nuestros pecados y del que siempre necesitamos para no caer en la tentación.
Madre, tu corazón está lleno de ternura y cariño para con tus hijos, por eso vengo a tu casa; postrado a tus plantas te pido la gracia de ser fiel al amor de tu Hijo. Él quiso que fueras nuestra Madre.
Por tu intercesión espero alcanzar los auxilios eficaces para convertirme al amor a dios y a los hermanos, y así llegar un día a alabarte eternamente en la gloria juntamente con el Padre, con el Hijo, y con el espíritu santo.
REFLEXIÓN
Es un consuelo para los pecadore, tener a María para que los reconcilie con Dios. El mismo Dios, dice San Bernardo, nos dio a Jesucristo por medianero; ¿qué no alcanzará tal Hijo de su Padre? Mas si por ventura temes llegarte al Hijo porque te espanta su majestad, pues hecho hombre no ha dejado de ser Dios, acude a María.
Esta divina Madre es la escala de los pecadores, por la cual vuelven a subir a la cumbre de la divina gracia de donde cayeron por su culpa. Éste es todo el motivo de mi esperanza. La Virgen, dice San Juan Crisóstomo, fue hecha Madre de Dios, para que aquellos que por su mala vida no podrían salvarse según la divina Justicia, se salven por su misericordia y por su eficaz intercesión.
Ea, pues, pecador, te dice San Bernardo, cualquiera que seas, enlodado de culpas, envejecido en el pecado, no desconfíes; da gracias al Señor, que por usar de misericordia contigo, no sólo te ha dado al Hijo por medianero, sino que para darte más ánimo y confianza, te ha dado una tal medianera que alcanza cuanqo quiere con sus ruegos. Ve, acude a María, y te salvarás.
Pídase la gracia que se desee alcanzar.
Rezo o canto del "Ave María".
ORACIÓN FINAL
Virgen de Gracia, reconozco que no siempre he correspondido a vuestro amor. Indigno soy de llamarme hijo vuestro, pero sois mi Madre, esto me alienta y consuela, esto me anima a poner en Vos toda mi confianza.
Aunque mis pecados me inquieten, me siento animado al pensar que en Vos tengo una Madre, tan benigna, tan compasiva y tan poderosa ante Jesús, tu Hijo.
Espero me alcanzareis de Él el don de la Gracia y por vuestra intercesión confío que de hoy en adelante corresponderé a esta misma gracia, para poder después contemplarte eternamente en la Gloria. Amen.
Día Octavo: María Santísima la vida de nuestras almas.
ORACIÓN
Virgen de gracia, al contemplar tu amable rostro , me siento interiormente conmovido y lleno de confianza, eso me anima a ponerme bajo vuestro amparo.
Hoy vengo a pedirte que nos alcances el don de la Gracia, que a veces perdemos por nuestros pecados y del que siempre necesitamos para no caer en la tentación.
Madre, tu corazón está lleno de ternura y cariño para con tus hijos, por eso vengo a tu casa; postrado a tus plantas te pido la gracia de ser fiel al amor de tu Hijo. Él quiso que fueras nuestra Madre.
Por tu intercesión espero alcanzar los auxilios eficaces para convertirme al amor a dios y a los hermanos, y así llegar un día a alabarte eternamente en la gloria juntamente con el Padre, con el Hijo, y con el espíritu santo.
REFLEXIÓN
Así como el alma es la vida del cuerpo, así la Divina Gracia es la vida del alma; y siendo María Santísima Madre de la divina Gracia, ¿quíén podrá dudar que esta señora sea la vida de las almas? Quien me hallare, dice, hallará la vida, y recibirá del Señor la salud eterna.
Por eso, exclama San Buenaventura, animando a los pecadores: oíd vosotros cualquiera que deseéis el reino de dios, honrad a la Virgen María y hallaréis la vida y la salud eterna. No desconfíes, pues, pecador, por muchos que sean tus pecados, acude con confianza a esta gloriosa señora.
Santa Gertrudis vio un día a María Santísima con un manto extendido, bajo el cual se habían refugiado muchas fieras, leones, osos, tigres, y vio que no sólo no los desechaba sino que los acogía con piedad, y los acariciaba con ternura. Con lo cual entendió la Santa, que los pecadores más perdidos cuando acuden a María no son desechados sino acogidos y libres de la muerte eterna. Acude, pues, a este sagrado asilo de misericordia.
Pídase la gracia que se desee alcanzar.
Rezo o canto del "Ave María".
ORACIÓN FINAL
Virgen de Gracia, reconozco que no siempre he correspondido a vuestro amor. Indigno soy de llamarme hijo vuestro, pero sois mi Madre, esto me alienta y consuela, esto me anima a poner en Vos toda mi confianza.
Aunque mis pecados me inquieten, me siento animado al pensar que en Vos tengo una Madre, tan benigna, tan compasiva y tan poderosa ante Jesús, tu Hijo.
Espero me alcanzareis de Él el don de la Gracia y por vuestra intercesión confío que de hoy en adelante corresponderé a esta misma gracia, para poder después contemplarte eternamente en la Gloria. Amen.
Día 9: María, Madre de loa perseverancia.
ORACIÓN
Virgen de gracia, al contemplar tu amable rostro , me siento interiormente conmovido y lleno de confianza, eso me anima a ponerme bajo vuestro amparo.
Hoy vengo a pedirte que nos alcances el don de la Gracia, que a veces perdemos por nuestros pecados y del que siempre necesitamos para no caer en la tentación.
Madre, tu corazón está lleno de ternura y cariño para con tus hijos, por eso vengo a tu casa; postrado a tus plantas te pido la gracia de ser fiel al amor de tu Hijo. Él quiso que fueras nuestra Madre.
Por tu intercesión espero alcanzar los auxilios eficaces para convertirme al amor a dios y a los hermanos, y así llegar un día a alabarte eternamente en la gloria juntamente con el Padre, con el Hijo, y con el espíritu santo.
REFLEXIÓN
Así como el hombre no puede bien obrar ni vencer las tentaciones del enemigo, ni guardar la ley santa del Señor sin su asistencia, así tampoco puede perseverar en las buenas obras hasta el fin, si Dios no le asiste con el don de la perseverancia. si el Señor no asegura nuestros pasos en el camino de nuestra salvación vacilaremos sin duda, pues el camino es penoso. Y lleno de tropiezos.
De aquí se infiere con qué temor, y al mismo tiempo con qué confianza no debemos caminar hacia la eterna felicidad. El miedo de tropezar por una parte atendiendo a nuestra flaqueza, y la confianza en dios por otra parte atendiendo a nuestra flaqueza, y la confianza en dios por otra parte considerando su bondad, son los dos puntos en que debemos apoyarnos para vivir conforme a la ley santa del Señor y caminar con seguridad hasta el fin, pues este Padre amoroso da ordinariamente la gracia final o el don de la perseverancia a los que han vivido bien.
Pero ¿de qué medios nos podremos valer mejor para alcanzar un Santo temor de dios y una justa confianza en su bondad? El único medio que nos queda, después de Jesucristo, es María Santísima, en cuyas manos ha depositado el Señor los tesoros de sus gracias. Digámosle pues ahora con la más viva fe:
Pídase la gracia que se desee alcanzar.
Rezo o canto del "Ave María".
ORACIÓN FINAL
Virgen de Gracia, reconozco que no siempre he correspondido a vuestro amor. Indigno soy de llamarme hijo vuestro, pero sois mi Madre, esto me alienta y consuela, esto me anima a poner en Vos toda mi confianza.
Aunque mis pecados me inquieten, me siento animado al pensar que en Vos tengo una Madre, tan benigna, tan compasiva y tan poderosa ante Jesús, tu Hijo.
Espero me alcanzareis de Él el don de la Gracia y por vuestra intercesión confío que de hoy en adelante corresponderé a esta misma gracia, para poder después contemplarte eternamente en la Gloria. Amen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario