Parroquia Ntra Señora de Gracia Puertollano TV

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domingo, 3 de diciembre de 2017

ADVIENTO: CASA DE PUERTAS ABIERTAS


Que en este Adviento nuestro corazón sea como el de María: 
Casa de puertas abiertas para recibir al redentor.

martes, 19 de septiembre de 2017

NTRA SRA DE GRACIA YA ESTÁ EN SU CAMARÍN




Santísima Virgen María, Madre de Gracia, yo sé cuanto os preocupa la conversión de los pecadores y salvación de las almas, salvad la mía que se siente atraída por vuestra hermosura y desea consagrarse a la virtud.

Yo espero que para conseguirlo me alcanzaréis los dones del Espíritu Santo, pues sois misericordiosa, mi madre, mi esperanza, mi defensora, mi abogada, vida de mi alma y mi reconciliadora con Dios.

Madre mía procurad el bien y conversión de los pecadores, pues sois Madre de Gracia, porque para bien de los pecadores habéis recibido cuanto tenéis de dones, gracias y prerrogativas.

Madre siempre amable, yo os amo y prometo serviros sólo a vos. Os pido me alcancéis el perdón de mis pecados, el verdadero amor a mi Señor Jesucristo, y no me dejéis hasta que me vea salvo en el cielo para bendeciros por toda la eternidad. Amén

miércoles, 6 de septiembre de 2017

CALENDARIO RELIGIOSO FIESTAS PATRONALES



Jueves día 7 de septiembre a las 20.00, misa por las almas de Adela y Francisco. Retransmisión por Canal TV.

Jueves día 7 de septiembre de 20:30 a 23:00 Ofrenda Floral

Viernes día 8 de septiembre a las 7;15 h Rosario de la aurora .Retransmisión Canal TV

Viernes día 8 de septiembre a las 8.00 Misa en la explanada

Viernes día 8 de septiembre a las 10:00 Eucaristía en la Ermita

Viernes día 8 de septiembre a las 12:00 Función de la Natividad de la Virgen de Gracia. Presencia de las Autoridades Civiles. Retransmisión Canal TV

Viernes día 8 a las 19:00 Eucaristía con Imposición de Medallas. Difuntos familia Sanchez-Frías, familia Serrano-Aranguez, Honorio, Julia y Pilar

Viernes día 8 de septiembre a las 20:00 Procesión de Ntra Sra de Gracia

Sábado día 9 de septiembre 20:00h INICIO NOVENA. Difuntos María 1º Aniversario y Cofradía de Caballeros. Retransmisión Canal TV

Domingo día 10 de septiembre a las 20;00 Novena (2). Difuntas Cofradía Señoras. Retransmisión Canal TV

Domingo día 17 de septiembre a las 20.00 FINAL NOVENA

jueves, 24 de agosto de 2017

FIESTAS PATRONALES NTRA SRA DE GRACIA

La Cofradía de Señoras de Ntra Sra de Gracia les informamos que ya se han puesto a la venta diversos artículos para las Fiestas Patronales de este año que comenzarán el día 1 de septiembre y termirán el día 17 del mismo mes.
Estos artículos están expuestos como primicia en el estanco de Fernando en la Calle Aduana, esperamos que sean del agrado de todos los devotos de nuestra Venerada Virgen.













domingo, 14 de mayo de 2017

RIFA DE LA ERMITA DE LA VIRGEN DE GRACIA DE CHOCOLATE



Ya se están ultimando los detalles para que las actividades religiosas sean todo un éxito durante celebración del Santo Voto en Puertollano.

En este sentido y según informa el párroco de la Virgen de Gracia, Pedro Crespo, esta edición va a haber varias novedades, siendo lo más destacado que Gregorio Coronado, pastelero en el extranjero y en Barcelona, ha elaborado una maqueta de la ermita de la Virgen de Gracia en chocolate.

“Nos regala su trabajo y nos pide que la rifemos”, afirma Pedro Crespo.

Está expuesta en la Parroquia en una vitrina, cedida por el Museo. “Es realmente bonita y dulce”, con unas dimensiones considerables: 105 cm x 65 cm x 70 cm, en la altura hay que descontar el palé sobre el que va construida la maqueta.

Las papeletas de la rifa las hace la parroquia, y las van a administrar la Cofradía de Señoras.

Los posibles beneficios (2 euros por papeleta) serán para los gastos que nos supone el Santo Voto.

El sorteo es el 1 de junio, coincidiendo con las cuatro últimas cifras de la ONCE.

Asimismo, la ermita de la Virgen de Gracia permanecerá abierta, como todos los años, durante la noche del 31 de mayo al 1 de junio, día del Santo Voto en Puertollano. Y el día 1 de junio se celebrará la Función a las 12:00 horas, con asistencia de las cofradías de la Virgen y de las autoridades.

 También se volverá a bajar a la Virgen de Gracia, como en años anteriores. Estará en su altar para el día festivo del 31 de mayo, en el que la Cofradía de Señoras quiere hacer por primera vez un besa manos.

Por otro lado, las estampas de este año incorporan, junto a la Virgen de Gracia, la figura de San José. A la vuelta, la oración por las familias del Papa Francisco en AMORIS LAETITIA. “Pero ¿por qué San José? El sentido del Voto no es sólo dar de comer a los pobres carne de vaca. Según la historia, como consta en el mismo panel turístico cerca de la ermita, esto se hace en honor de los DESPOSORIOS de la Virgen de Gracia con San José.

Igual que el 8 de septiembre recordamos la Natividad de María, o el 15 de agosto su Asunción a los cielos, o el 1 de enero su Maternidad... aquí, en el día del Voto, recordamos su matrimonio”.

Finalmente, el grupo Asociación de Coros y Danzas "Fuente Agria" tiene prevista hacer una muestra de mayos en la ermita Virgen de Gracia el domingo 21 de mayo, a las 20:30 horas.

Fuente: La comarca de Puertollano

martes, 18 de abril de 2017

EMPIEZA YA A RESUCITAR (INDICACIONES DEL PAPA)



Al rezar el "Regina coeli", Francisco invita a brindar gestos de solidaridad y de acogida, alimentar el anhelo universal de la paz y la aspiración a un ambiente libre de degradación

Que la Virgen nos ayude a creer e interceda, en especial, por lascomunidades cristianas, que en tantas partes del mundo, están llamadas a un testimonio más difícil y valiente: fue el ruego del papa Francisco, reiterando que también nosotros -hoy- estamos invitados a anunciar a los hombres y mujeres de nuestro tiempo que¡Cristo ha resucitado, aleluya!

Introduciendo el rezo mariano pascual a la Reina del Cielo, con las palabras del ángel, en el pasaje evangélico del Lunes de Pascua de 2017, el Obispo de Roma hizo hincapié en que afianzados en la Resurrección del Señor – “evento que constituye la verdadera novedad de la historia y del cosmos- estamos llamados a ser hombres y mujeres nuevos, según el Espíritu,afirmando el valor de la vida. ¡Esto es comenzar ya a resucitar!

El papa Francisco señaló que seremos hombres y mujeres de resurrección, si, “en medio de las vicisitudes que atormentan al mundo, a la mundanidad que nos aleja de Dios, sabemos brindar gestos de solidaridad y de acogida, alimentar el anhelo universal de la paz y la aspiración a un ambiente libre de degradación”.

Signos comunes y humanos que, sostenidos y animados por la fe en el Señor Resucitado, pueden adquirir una eficacia muy superior a nuestras capacidades.

Sí, porque "Cristo está vivo y obra en la historia por medio de su Santo Espíritu nos rescata de nuestras miserias, alcanza todo corazón humano y vuelve a donar esperanza a cualquiera que esté oprimido y en el sufrimiento”.

Artículo publicado originalmente por Radio Vaticano

NTRA SRA DE GRACIA VESTIDA PARA LA PASCUA DE RESURRECCIÓN





Reina del cielo, alégrate, aleluya.

Porque el Señor, a quien has llevado en tu vientre, aleluya.

Ha resucitado según su palabra, aleluya.

Ruega al Señor por nosotros, aleluya.

Goza y alégrate Virgen María, aleluya.

Porque en verdad ha resucitado el Señor, aleluya. 

Oremos 

Oh Dios, que por la resurrección de Tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a los gozos eternos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amen. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amen. (tres veces)

viernes, 3 de marzo de 2017

MANERAS COMO EL DEMONIO TE ATACA EN CUARESMA


Esta es la temporada, y aquí una manera de reconocerlo


 No sé si es tu caso, pero yo desde que volví a la Iglesia suelo sentirme como Job durante la Cuaresma. Siento que Dios permite que el diablo se acerque un poco, ¡y las cosas se vuelven caóticas en mi vida espiritual!

Jesús fue tentado en el desierto. Y la Cuaresma es un tiempo de desierto. De acuerdo con el Catecismo durante “Todos los años, en los cuarenta días de la Gran Cuaresma, la Iglesia se une al misterio de Jesús en el desierto” . Por tanto, tiene sentido que también pudiésemos sentir más tentaciones en este momento.

Pero Dios no permite cualquier cosa, a no ser que pueda ser usada para el bien; Él puede incluso usar la tentación y los ataques del diablo para nuestra conversión, transformación y santidad. Aquí están algunos ataques que he reconocido y las respuestas que he encontrado. ¿Has experimentado ya algunas de estas tentaciones en Cuaresma?.

 La tentación de la distracción

 La Cuaresma puede ser un tiempo de grandes realizaciones espirituales y humanas. Ante esto, el diablo quiere desanimarnos y hacernos desistir. Lo único que la Cuaresma tiene que ser es sobre Dios, no sobre nuestras propias actividades, por muy bien intencionadas que sean. Es mejor pedir a Dios que nos ayude a concentrarnos en algo fundamental durante la Cuaresma, y después, a pesar de nuestros fallos, pedirle la gracia de perseverar.

La tentación de juzgar 

Fue el orgullo lo que transformó a los ángeles en demonios, pero es la humildad lo que hace a los hombres ángeles”.-San Agustín

Si somos naturalmente más disciplinados o tenemos más fuerza de voluntad que los que nos rodean, en Cuaresma surge la tentación de compararnos favorablemente en relación a los demás. Esto es exactamente lo que el diablo quiere. Él quiere que pensemos que somos mejores que los demás y, así, crecer en orgullo, que es precisamente de lo que debemos arrepentirnos durante la Cuaresma.

Si tenemos esa tendencia, o experimentamos eso en esta Cuaresma, el mejor antídoto es escoger una penitencia que sea absolutamente imposible de alcanzar a la perfección y que desafíe nuestra tendencia al orgullo. Esto nos ayuda a darnos cuenta de que la Cuaresma no es ser perfecto, ser juzgador. Se trata de darnos cuenta de que, incluso con los dones naturales que Dios nos dio, aún somos pecadores y necesitamos de Su gracia.

La tentación de la auto perfección

En las penitencias de Cuaresma, podemos querer perder peso o abandonar un mal hábito que se convirtió en un problema en nuestras vidas, en vez de querer acercarse a Dios. Y al diablo le encantaría que la Cuaresma nos tuviera a nosotros en el centro. Pero la Cuaresma no es eso.

Como el Padre Anthony Gerber apuntó en un excelente post sobre este asunto, “Cuaresma es… sobre hablar miserablemente – sobre que llegas a la tercera semana y llegas a la difícil elección de los clavos y las espinas del amor… Pero, en seguida, niegas a Jesús por unas monedas de plata, de consuelo, de egoísmo, amor propio. Y en ese momento, te echas de rodillas y levantas los brazos al cielo para decir: ‘¡Señor, no puedo hacerlo por mí mismo! ¡Señor, ayúdame! ¡Tengo tan poco amor!

Nosotros generalmente somos buenos en amarnos a nosotros mismos y malos en amar al prójimo. Por eso es importante elegir penitencias que nos ayuden a crecer en el amor altruista.

La tentación de la división 

“La división viene del demonio. ¡Huyan de las luchas internas, por favor!” – Papa Francisco

La división es uno de los instrumentos favoritos del diablo en su caja de herramientas. Le gusta provocar rivalidades, confusión, envidia, rabia paranoia. El diablo quiere que miremos a otros cristianos y descubramos a un enemigo, en vez de reconocer que el único verdadero enemigo entre nosotros es él (y nosotros mismos cuando le dejamos actuar).

Entonces, está claro, durante la Cuaresma el diablo puede intentar incitar a la división entre los cristianos en nuestras casas, en nuestras parroquias e incluso on line. Si lees material online, una buena pregunta durante la Cuaresma (y realmente en cualquier momento) sería: “¿Este material me ayuda a amar más a mis hermanos cristianos, o me lleva a la división?”.

Recientemente fallecido, el juez de la Corte Suprema de Estados Unidos y fiel católico Antonin Scalia dijo una vez: “Yo ataco ideas. No ataco a personas”. Este es un signo de carácter. Y es una distinción que cada vez se pierde más en nuestra sociedad. Si lo que estás leyendo o escribiendo se concentra en atacar a las personas en vez de trabajar por la unidad en el amor cristiano, puedes ser el instrumento del diablo para mantenerte apartado del crecimiento en la vida espiritual.

La tentación del desánimo

Las tentaciones contra la fe y la pureza son mercancías que el enemigo ofrece – Padre Pío

Al diablo le gusta sólo hacernos tan miserables como él. Y él sabe que cuando estamos desanimados y susceptibles colaboramos menos con la gracia de Dios. Así, durante la Cuaresma, el diablo nos puede tentar a sentir la voluntad de desistir de vivir el espíritu penitencial. Puede hacernos sentir que estamos fallando constantemente y que no somos bastante buenos para esto.La cosa es: nadie es “bueno” en Cuaresma. Si piensas que lo eres, es que no has elegido las penitencias adecuadas.

Así, cuando nos sentimos desanimados, es una oportunidad para agradecer a Dios con alabanza de alegría por salvarnos de nuestra mediocridad y del pecado. No tiene sentido desanimarnos si realmente creemos en el mensaje del Evangelio. Incluso en Cuaresma, sabemos que Jesús murió, sí, pero resucitó, y la alegría y la gracia ya están disponibles para transformarnos.

¡Y da gracias a Dios por eso!

miércoles, 1 de marzo de 2017

ORACIÓN, AYUNO Y LIMMOSNA. CUARESMA 2017



Este miércoles comienza la Cuaresma. El Papa Francisco propone 15 sencillos actos de caridad que él ha mencionado como manifestaciones concretas del amor de Dios:

1. Sonreír, un cristiano siempre es alegre!
2. Dar las gracias (aunque no "debas" hacerlo).
3. Recordarle a los demás cuanto los amas.
4. Saludar con alegría a esas personas que ves a diario.
5. Escuchar la historia del otro, sin prejuicios, con amor.
6. Detenerte para ayudar. Estar atento a quien te necesita.
7. Levantarle los ánimos a alguien.
8. Celebrar las cualidades o éxitos de otro.
9. Seleccionar lo que no usas y regalarlo a quien lo necesita.
10. Ayudar cuando se necesite para que otro descanse.
11. Corregir con amor, ni callar por miedo.
12. Tener buenos detalles con los que están cerca de ti.
13. Limpiar lo que uso en casa.
14. Ayudar a los demás a superar obstáculos.
15. Llamar por teléfono a tus padres.

*EL MEJOR AYUNO*

¿Te animas a ayunar en esta cuaresma?

• Ayuna de palabras hirientes y transmite palabras bondadosas
• Ayuna de descontentos y llénate de gratitud
• Ayuna de enojos y llénate de mansedumbre y de paciencia
• Ayuna de pesimismo y llénate de esperanza y optimismo
• Ayuna de preocupaciones y llénate de confianza en Dios
• Ayuna de quejarte y llénate de las cosas sencillas de la vida
• Ayuna de presiones y llénate de oración
• Ayuna de tristezas y amargura y llénate de alegría el corazón
• Ayuna de egoísmo y llénate de compasión por los demás
• Ayuna de falta de perdón y llénate de actitudes de reconciliación
• Ayuna de palabras y llénate de silencio y de escuchar a los otros

Si todos intentamos este ayuno, lo cotidiano se llenará de:

PAZ, CONFIANZA, ALEGRÍA Y VIDA

CUARESMA 2017

MIÉRCOLES DE CENIZA



Origen y Vigencia.

Rito penitencial antiguo, con el cual los pecadores se agregaban al Orden de los penitentes.

El miércoles que precede al primer domingo de Cuaresma, los fieles cristianos inician con la imposición de la ceniza el tiempo establecido para la purificación del espíritu. Con este signo penitencial, que viene de la tradición bíblica y se ha mantenido hasta hoy en la costumbre de la Iglesia, se quiere significar la condición del hombre pecador, que confiesa externamente su culpa ante el Señor y expresa su voluntad interior de conversión, confiando en que el Señor se muestre compasivo para con él. Con este mismo signo comienza el camino de su conversión que culminará con la celebración del sacramento de la Penitencia, en los días que preceden a la Pascua.

El miércoles de ceniza es un día penitencial obligatorio para toda la Iglesia y que comporta la abstinencia y el ayuno.

Realización del Rito.

En la misa de este día se bendice y se impone la ceniza, hecha de los ramos de olivo y las palmas del anterior Domingo de Ramos.Se omite el acto penitencial del inicio de la Misa, porque el rito penitencial es la imposición de la ceniza tras la homilía.Tras el rito, la oración de los fieles, y la Misa prosigue como de costumbre.

viernes, 10 de febrero de 2017

EMISION EN DIRECTO DE PARROQUIA VIRGEN DE GRACIA DE PUERTOLLANO TV




La calidad del sonido depende del receptor, es preferible visualizar el video con tablet u ordenador, en los móviles el sonido mejora con la utilización de auriculares. Para una mejor visualización poner en pantalla completa. Horarios de la Eucaristía por la mañana a las 12.00 y por la tarde a las 19.00, rezo del rosario a las 18.30

miércoles, 1 de febrero de 2017

PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO Y PURIFICACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA


Una fiesta antiquísima que ya se celebraba en Jerusalén en el siglo IV

Fiesta de la Presentación del Señor, llamada Hypapante por los griegos: cuarenta días después de Navidad, Jesús fue llevado al Templo por María y José, y lo que pudo aparecer como cumplimiento de la ley mosaica se convirtió, en realidad, en su encuentro con el pueblo creyente y gozoso. Se manifestó, así, como luz para alumbrar a las naciones y gloria de su pueblo, Israel.

La fiesta del 2 de febrero se celebra desde muy antiguo: el primer testimonio que tenemos es ya del siglo IV, en Jerusalén (por supuesto, nada impide que sea aun anterior). El Itinerarium Egeriae (la peregrinación de la monja hispana Egeria a los lugares santos, hacia el 384) nos dice, en su capítulo XX "A los cuarenta días de la Epifanía se celebra aquí una gran solemnidad. Ese día se hace procesión en la Anástasis, todos marchan y actúan con sumo regocijo, como si fuera pascua. Predican también todos los presbíteros y el obispo, siempre sobre lo que trata el evangelio de la fiesta, de cuando a los cuarenta días José y María llevaron al templo al Señor, y lo vieron Simeón y la profetisa Ana, hija de Fanuel, de las palabras que dijeron, al ver al Señor, o de la ofrenda que hicieron sus padres. Así se realiza todo por su orden y según costumbre, se hace la ofrenda y así finaliza la misa".

La "Anástasis" era la sección del templo de Constantino en Jerusalén, que quedaba sobre el lugar donde se había producido la resurrección (anástasis) del Señor. Notemos que la fiesta es "40 días después de Epifanía", es decir, hacia el 24 de febrero, porque aun no era práctica en Oriente celebrar la Navidad el 25 de diciembre, costumbre que recién comenzaba en Occidente, y que llegará a Oriente hacia el siglo VI. Así que la fiesta de la Epifanía del 6 de enero (como sigue siendo en las Iglesias ortodoxas) conmemoraba todos los hechos vinculados a la manifestación (epifanía) en carne de nuestro Señor: el nacimiento, la adoración de los magos, el bautismo y el primer signo de su poder (las bodas de Caná); sólo después se van desglosando los distintos hechos en distintas fiestas.

Para el siglo VI la celebración se hacía ya el 2 de febrero también en Oriente, sin que disminuyera la gran solemnidad que ya nos comentaba Egeria, puesto que el propio emperador Justiniano (que gobernó entre el 527 y el 565) decreta ese día como festivo para todo el imperio de Oriente. Egeria no dice cómo se llama esa celebración que se hace "con sumo regocijo, como si fuera Pascua", pero su contenido lo podemos deducir de lo que trataban las predicaciones de los presbíteros: de la subida al templo, del encuentro con Simeón y Ana, de la ofrenda... es decir, lo que corresponde a la narración de Lucas 2,22-39, se trata sin duda de lo mismo que conmemoramos hoy.

Sin embargo, ese texto evangélico es muy amplio y complejo, y cada época, y hasta variando con los lugares, ha hecho un énfasis distinto en lo que se quiere significar con la celebración. Así, en Oriente se celebra más bien el encuentro de Jesús con el Padre a través de las palabras proféticas de Simeón, y la fiesta recibe el nombre de "hypapante", que significa "encuentro". Pero cuando esta fiesta se trajo a Roma, hacia el siglo VII, más bien se puso el acento en la purificación de la Virgen después del parto, en relación, como veremos luego, con el rito señalado en el libro del Levítico. El papa Sergio I (687-701) instituye en esta fecha la procesión de candelas desde la iglesia de San Adrián hasta Santa María la Mayor; las candelas se pusieron en relación con la frase de Simeón "luz para alumbrar a las naciones", sin embargo, la procesión era penitencial, y no se corresponde muy bien con el sentido de ese texto, lo que hace pensar en la amalgama de alguna procesión o celebración preexistente.

San Beda, que fue contemporáneo, nos dice que esta celebración de las candelas reemplazaba a las Lupercalias romanas (una fiesta pagana por la fecundidad); sin embargo tal reemplazo se había producido ya dos siglos antes, a mediados del IV, por obra del papa Gelasio, y ocurría el 14 de febrero, fiesta del mártir san Valentín (que por ello queda asociado a las parejas de enamorados). Quizás la noticia de Beda significa que el 2 de febrero sustituye al 14 como procesión de candelas, y por tanto tiene su remoto origen en la fiesta pagana de las Lupercalias, que no se celebraban ya.

Lo cierto es que en Occidente el nombre de la fiesta fue doble: uno popular en alusión a la procesión con velas, "Candelaria", y otro el nombre litúrgico, "Purificación de la Virgen María"; a su vez "Candelaria" -que en principio sólo indicaba que en esta celebración tenían un papel destacado las velas- devino, con el tiempo, una advocación de la Virgen: Nuestra Señora de las Candelas, o de la Candelaria. Con esto se perdió para la Iglesia latina uno de los sentidos de la celebración, el más cristológico, centrado en el Hijo, más que en la Madre.

La reforma litúrgica del Vaticano II quiso volver a centrar la fiesta en su aspecto cristológico, y le puso el nombre de Presentación del Señor, relacionándola, a través de la explicación de la fiesta que hace el Martirologio, con la fiesta de Hypapante de la liturgia griega, poniendo explícitamente por encima de todo la proclamación de la profecía de Simeón, antes incluso que el "cumplimiento total de la ley", que es otro de los aspectos de esta fiesta.

Artículo originalmente publicado por http://evangeliodeldia.


domingo, 8 de enero de 2017

EPIFANÍA DEL SEÑOR

Epifanía significa "manifestación". Jesús se da a conocer. Aunque Jesús se dio a conocer en diferentes momentos a diferentes personas, la Iglesia celebra como epifanías tres eventos: Su Epifanía ante los Reyes Magos (Mt 2, 1-12) Su Epifanía a San Juan Bautista en el Jordán Su Epifanía a sus discípulos y comienzo de Su vida pública con el milagro en Caná.

La Epifanía que más celebramos en la Navidad es la primera. La fiesta de la Epifanía tiene su origen en la Iglesia de Oriente. A diferencia de Europa, el 6 de enero tanto en Egipto como en Arabia se celebraba el solsticio, festejando al sol victorioso con evocaciones míticas muy antiguas.

Epifanio explica que los paganos celebraban el solsticio invernal y el aumento de la luz a los trece días de haberse dado este cambio; nos dice además que los paganos hacían una fiesta significativa y suntuosa en el templo de Coré. Cosme de Jerusalén cuenta que los paganos celebraban una fiesta mucho antes que los cristianos con ritos nocturnos en los que gritaban: "la virgen ha dado a luz, la luz crece".

 Entre los años 120 y 140 AD los gnósticos trataron de cristianizar estos festejos celebrando el bautismo de Jesús. Siguiendo la creencia gnóstica, los cristianos de Basílides celebraban la Encarnación del Verbo en la humanidad de Jesús cuando fue bautizado. Epifanio trata de darles un sentido cristiano al decir que Cristo demuestra así ser la verdadera luz y los cristianos celebran su nacimiento.

Hasta el siglo IV la Iglesia comenzó a celebrar en este día la Epifanía del Señor. Al igual que la fiesta de Navidad en occidente, la Epifanía nace contemporáneamente en Oriente como respuesta de la Iglesia a la celebración solar pagana que tratan de sustituir. Así se explica que la Epifanía se llama en oriente: Hagia phota, es decir, la santa luz. Esta fiesta nacida en Oriente ya se celebraba en la Galia a mediados del s IV donde se encuentran vestigios de haber sido una gran fiesta para el año 361 AD.

La celebración de esta fiesta es ligeramente posterior a la de Navidad. Mientras en Oriente la Epifanía es la fiesta de la Encarnación, en Occidente se celebra con esta fiesta la revelación de Jesús al mundo pagano, la verdadera Epifanía. La celebración gira en torno a la adoración a la que fue sujeto el Niño Jesús por parte de los tres Reyes Magos (Mt 2 1-12) como símbolo del reconocimiento del mundo pagano de que Cristo es el salvador de toda la humanidad.

De acuerdo a la tradición de la Iglesia del siglo I, se relaciona a estos magos como hombres poderosos y sabios, posiblemente reyes de naciones al oriente del Mediterráneo, hombres que por su cultura y espiritualidad cultivaban su conocimiento de hombre y de la naturaleza esforzándose especialmente por mantener un contacto con Dios.

Del pasaje bíblico sabemos que son magos, que vinieron de Oriente y que como regalo trajeron incienso, oro y mirra; de la tradición de los primeros siglos se nos dice que fueron tres reyes sabios: Melchor, Gaspar y Baltazar. Hasta el año de 474 AD sus restos estuvieron en Constantinopla, la capital cristiana más importante en Oriente; luego fueron trasladados a la catedral de Milán (Italia) y en 1164 fueron trasladados a la ciudad de Colonia (Alemania), donde permanecen hasta nuestros días.

El hacer regalos a los niños el día 6 de enero corresponde a la conmemoración de la generosidad que estos magos tuvieron al adorar al Niño Jesús y hacerle regalos tomando en cuenta que "lo que hiciereis con uno de estos pequeños, a mi me lo hacéis" (Mt. 25, 40); a los niños haciéndoles vivir hermosa y delicadamente la fantasía del acontecimiento y a los mayores como muestra de amor y fe a Cristo recién nacido.

domingo, 1 de enero de 2017

SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS



Este domingo 1 de enero de 2017, el Papa Francisco presidió la Misa de la Solemnidad de Santa María Madre de Dios, en la Basílica de San Pedro del Vaticano. El Pontífice afirmó que “celebrar la maternidad de María como Madre de Dios y madre nuestra, al comenzar un nuevo año, significa recordar una certeza que acompañará nuestros días: somos un pueblo con Madre, no somos huérfanos”.

 El Santo Padre aseguró que “las madres son el antídoto más fuerte ante nuestras tendencias individualistas y egoístas, ante nuestros encierros y apatías. Una sociedad sin madres no sería solamente una sociedad fría sino una sociedad que ha perdido el corazón, que ha perdido el ‘sabor a hogar’. Una sociedad sin madres sería una sociedad sin piedad que ha dejado lugar sólo al cálculo y a la especulación”.

A continuación, el texto completo de la homilía del Santo Padre:

«Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19). Así Lucas describe la actitud con la que María recibe todo lo que estaban viviendo en esos días.
 Lejos de querer entender o adueñarse de la situación, María es la mujer que sabe conservar, es decir proteger, custodiar en su corazón el paso de Dios en la vida de su Pueblo. Desde sus entrañas aprendió a escuchar el latir del corazón de su Hijo y eso le enseñó, a lo largo de toda su vida, a descubrir el palpitar de Dios en la historia. Aprendió a ser madre y, en ese aprendizaje, le regaló a Jesús la hermosa experiencia de saberse Hijo.

 En María, el Verbo Eterno no sólo se hizo carne sino que aprendió a reconocer la ternura maternal de Dios. Con María, el Niño-Dios aprendió a escuchar los anhelos, las angustias, los gozos y las esperanzas del Pueblo de la promesa. Con ella se descubrió a sí mismo Hijo del santo Pueblo fiel de Dios.

En los evangelios María aparece como mujer de pocas palabras, sin grandes discursos ni protagonismos pero con una mirada atenta que sabe custodiar la vida y la misión de su Hijo y, por tanto, de todo lo amado por Él. Ha sabido custodiar los albores de la primera comunidad cristiana, y así aprendió a ser madre de una multitud. Ella se ha acercado en las situaciones más diversas para sembrar esperanza. Acompañó las cruces cargadas en el silencio del corazón de sus hijos. Tantas devociones, tantos santuarios y capillas en los lugares más recónditos, tantas imágenes esparcidas por las casas, nos recuerdan esta gran verdad. María, nos dio el calor materno, ese que nos cobija en medio de la dificultad; el calor materno que permite que nada ni nadie apague en el seno de la Iglesia la revolución de la ternura inaugurada por su Hijo.

 Donde hay madre, hay ternura. Y María con su maternidad nos muestra que la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes, nos enseña que no es necesario maltratar a otros para sentirse importantes (cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 288). Y desde siempre el santo Pueblo fiel de Dios la ha reconocido y saludado como la Santa Madre de Dios. Celebrar la maternidad de María como Madre de Dios y madre nuestra, al comenzar un nuevo año, significa recordar una certeza que acompañará nuestros días: somos un pueblo con Madre, no somos huérfanos.

 Las madres son el antídoto más fuerte ante nuestras tendencias individualistas y egoístas, ante nuestros encierros y apatías. Una sociedad sin madres no sería solamente una sociedad fría sino una sociedad que ha perdido el corazón, que ha perdido el «sabor a hogar». Una sociedad sin madres sería una sociedad sin piedad que ha dejado lugar sólo al cálculo y a la especulación. Porque las madres, incluso en los peores momentos, saben dar testimonio de la ternura, de la entrega incondicional, de la fuerza de la esperanza.

He aprendido mucho de esas madres que teniendo a sus hijos presos, o postrados en la cama de un hospital, o sometidos por la esclavitud de la droga, con frio o calor, lluvia o sequía, no se dan por vencidas y siguen peleando para darles a ellos lo mejor. O esas madres que en los campos de refugiados, o incluso en medio de la guerra, logran abrazar y sostener sin desfallecer el sufrimiento de sus hijos. Madres que dejan literalmente la vida para que ninguno de sus hijos se pierda. Donde está la madre hay unidad, hay pertenencia, pertenencia de hijos.

Comenzar el año haciendo memoria de la bondad de Dios en el rostro maternal de María, en el rostro maternal de la Iglesia, en los rostros de nuestras madres, nos protege de la corrosiva enfermedad de «la orfandad espiritual», esa orfandad que vive el alma cuando se siente sin madre y le falta la ternura de Dios. Esa orfandad que vivimos cuando se nos va apagando el sentido de pertenencia a una familia, a un pueblo, a una tierra, a nuestro Dios. Esa orfandad que gana espacio en el corazón narcisista que sólo sabe mirarse a sí mismo y a los propios intereses y que crece cuando nos olvidamos que la vida ha sido un regalo —que se la debemos a otros— y que estamos invitados a compartirla en esta casa común.

Tal orfandad autorreferencial fue la que llevó a Caín a decir: «¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?» (Gn 4,9), como afirmando: él no me pertenece, no lo reconozco. Tal actitud de orfandad espiritual es un cáncer que silenciosamente corroe y degrada el alma. Y así nos vamos degradando ya que, entonces, nadie nos pertenece y no pertenecemos a nadie: degrado la tierra, porque no me pertenece, degrado a los otros, porque no me pertenecen, degrado a Dios porque no le pertenezco, y finalmente termina degradándonos a nosotros mismos porque nos olvidamos quiénes somos, qué «apellido» divino tenemos. La pérdida de los lazos que nos unen, típica de nuestra cultura fragmentada y dividida, hace que crezca ese sentimiento de orfandad y, por tanto, de gran vacío y soledad. La falta de contacto físico (y no virtual) va cauterizando nuestros corazones (cf. Carta enc. Laudato si’, 49) haciéndolos perder la capacidad de la ternura y del asombro, de la piedad y de la compasión. La orfandad espiritual nos hace perder la memoria de lo que significa ser hijos, ser nietos, ser padres, ser abuelos, ser amigos, ser creyentes. Nos hace perder la memoria del valor del juego, del canto, de la risa, del descanso, de la gratuidad.

Celebrar la fiesta de la Santa Madre de Dios nos vuelve a dibujar en el rostro la sonrisa de sentirnos pueblo, de sentir que nos pertenecemos; de saber que solamente dentro de una comunidad, de una familia, las personas podemos encontrar «el clima», «el calor» que nos permita aprender a crecer humanamente y no como meros objetos invitados a «consumir y ser consumidos». Celebrar la fiesta de la Santa Madre de Dios nos recuerda que no somos mercancía intercambiable o terminales receptoras de información. Somos hijos, somos familia, somos Pueblo de Dios. Celebrar a la Santa Madre de Dios nos impulsa a generar y cuidar lugares comunes que nos den sentido de pertenencia, de arraigo, de hacernos sentir en casa dentro de nuestras ciudades, en comunidades que nos unan y nos ayudan (cf. Carta enc. Laudato si’, 151).

 Jesucristo en el momento de mayor entrega de su vida, en la cruz, no quiso guardarse nada para sí y entregando su vida nos entregó también a su Madre. Le dijo a María: aquí está tu Hijo, aquí están tus hijos. Y nosotros queremos recibirla en nuestras casas, en nuestras familias, en nuestras comunidades, en nuestros pueblos. Queremos encontrarnos con su mirada maternal. Esa mirada que nos libra de la orfandad; esa mirada que nos recuerda que somos hermanos: que yo te pertenezco, que tú me perteneces, que somos de la misma carne. Esa mirada que nos enseña que tenemos que aprender a cuidar la vida de la misma manera y con la misma ternura con la que ella la ha cuidado: sembrando esperanza, sembrando pertenencia, sembrando fraternidad. Celebrar a la Santa Madre de Dios nos recuerda que tenemos Madre; no somos huérfanos, tenemos una Madre.

Confesemos juntos esta verdad. Y los invito a aclamarla tres veces como lo hicieron los fieles de Éfeso: Santa Madre de Dios, Santa Madre de Dios, Santa Madre de Dios.